¨La Multiplicidad Interpretativa Del Homoeritismo¨.

No estamos acostumbrados a ver imágenes de penes. Estamos acostumbrados a ver objetos fálicos, y a asociar esos objetos con el “poder”. Por eso, el poder de un Estado se representa en objetos que van desde pistolas hasta obeliscos. Pero estos son penes simbólicos, su forma termina asumiendo el adjetivo “fálico” pero no sabemos los detalles, las venas, los pelos, las arrugas, de la manera en que lo sabemos de las tetas, o las vulvas, o los culos, con los que convivimos a diario, son presentadas en la publicidad, la televisión y el cine, sin necesidad de la distancia de la representación. Solo desde una lógica homoerótica se puede desmontar este juego de poder. Solo desde la mirada La obra #136Penes, de Gilberto Pixeles, explora al pene como un objeto de deseo, pero su discurso erótico no parte de la dominación o del poder, sino del adorno y el juego. Bajo su lente, los penes se convierten en objetos suaves y bellos, penes observables, sensibles, vivos. En las imágenes de #136Penes vemos puestas en escena que van desde la delicadeza hasta la saturación, la imagen de “el pene” se desliga de un discurso de poder y de identidad de “lo masculino”, para convertirse en “los penes”, “cada pene” y cada imagen adquiere un nivel de singularidad que alcanza a desencajar las fotografías del género del porno o del erotismo, y las convierte en retrato. Catalina Ruiz-Navarro

¨La Multiplicidad Interpretativa Del Homoeritismo¨.

No estamos acostumbrados a ver imágenes de penes. Estamos acostumbrados a ver objetos fálicos, y a asociar esos objetos con el “poder”. Por eso, el poder de un Estado se representa en objetos que van desde pistolas hasta obeliscos. Pero estos son penes simbólicos, su forma termina asumiendo el adjetivo “fálico” pero no sabemos los detalles, las venas, los pelos, las arrugas, de la manera en que lo sabemos de las tetas, o las vulvas, o los culos, con los que convivimos a diario, son presentadas en la publicidad, la televisión y el cine, sin necesidad de la distancia de la representación. Solo desde una lógica homoerótica se puede desmontar este juego de poder. Solo desde la mirada La obra #136Penes, de Gilberto Pixeles, explora al pene como un objeto de deseo, pero su discurso erótico no parte de la dominación o del poder, sino del adorno y el juego. Bajo su lente, los penes se convierten en objetos suaves y bellos, penes observables, sensibles, vivos. En las imágenes de #136Penes vemos puestas en escena que van desde la delicadeza hasta la saturación, la imagen de “el pene” se desliga de un discurso de poder y de identidad de “lo masculino”, para convertirse en “los penes”, “cada pene” y cada imagen adquiere un nivel de singularidad que alcanza a desencajar las fotografías del género del porno o del erotismo, y las convierte en retrato. Catalina Ruiz-Navarro

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